En el legado de Miriam Hernández Melo florece la semilla del amor incondicional y la valentía para enfrentar las adversidades con resiliencia. Que su luz nos guíe hacia la gratitud por cada instante vivido y nos brinde paz en medio de la tormenta. En su memoria, recordemos que el amor trasciende más allá de la vida terrenal, y que cada desafío nos fortalece para abrazar el futuro con esperanza y determinación. Sigamos adelante con el corazón enriquecido por su ejemplo, encontrando consuelo en la certeza de que su espíritu perdura eternamente en nuestro ser.
Publicado en el archivo
27 de marzo de 2020