En el río de la vida, que fluya el amor que sembró Miryam Retamal Figueroa, inspirando coraje en los corazones para abrazar la resiliencia. Que la gratitud por su legado nos guíe en el camino incierto, recordando siempre su luz en los momentos oscuros. Que en la profundidad de la tristeza encontremos la paz que ella irradiaba, recordándonos que el amor perdura en cada amanecer. Sigamos adelante con esperanza, siendo testigos vivientes de su espíritu eterno, y recordando que en cada desafío y cada alegría, su amorosa presencia nos acompaña.
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26 de julio de 2019