Que la luz del amor que Nayips Abusada Aguad irradiaba siga guiando nuestros corazones, infundiendo coraje en nuestros momentos de debilidad, despertando la gratitud por cada nuevo amanecer y recordándonos la belleza de la resiliencia. Que en su memoria encontremos la paz que tanto anhelamos, sabiendo que su espíritu vive en cada acto de bondad que realizamos. Sigamos adelante con la esperanza en nuestros corazones, sabiendo que el amor que compartimos es eterno y que, aunque su presencia física se haya ido, su legado de generosidad y compasión siempre nos acompañará.
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24 de diciembre de 2019