En el jardín de la vida, Negile Bernardo Gidi Hassi dejó flores de amor y coraje que seguirán inspirando nuestra resiliencia. Su legado nos invita a cultivar la gratitud por cada instante compartido y a abrazar la paz que se halla en nuestra propia fortaleza interior. Que su luz nos recuerde que, incluso en la oscuridad, la llama de la esperanza nunca se apaga. Sigamos adelante con valentía, depositando en cada paso el amor que nutre nuestros sueños y la esperanza que transforma nuestro camino en un sendero de luz y significado.
Publicado en el archivo
10 de febrero de 2020