En memoria de Octavio Zúñiga Corvalán, recordemos que en cada amanecer hay una oportunidad para abrazar con amor, cultivar la gratitud en nuestros corazones y abrazar la paz interior. Que su coraje y resiliencia nos inspiren a seguir adelante con valentía, enfrentando cada desafío con esperanza. En los momentos de oscuridad, recordemos que la luz siempre encuentra su camino hacia nosotros. Honremos su legado viviendo con autenticidad y compasión, extendiendo una mano amiga a quienes lo necesitan. Que su espíritu siga guiándonos hacia un camino de amor y unidad.
Publicado en el archivo
20 de julio de 2019