Que la luz y el amor que Olga Lucía Carrasco Seibt irradiaba sigan iluminando nuestro camino, recordándonos la importancia del coraje, la resiliencia y la gratitud en cada paso que damos. En su memoria, cultivemos la paz interior que nos permita seguir adelante con esperanza y amor en el corazón. Que su legado nos inspire a abrazar la vida con valentía, a superar obstáculos con determinación y a apreciar cada instante con gratitud. Que su presencia etérea nos recuerde que en cada amanecer hay una nueva oportunidad para florecer con bondad y compasión.
Publicado en el archivo
11 de septiembre de 2019