En el legado de Oriana Caballero Durán, encontramos el amor que sana, el coraje que inspira, la resiliencia que fortalece, la gratitud que transforma y la paz que reconforta. Que su luz perdure en nuestros corazones, guiándonos en cada paso, recordándonos que la vida es un regalo precioso, digno de ser vivido con pasión y propósito. Que su memoria nos impulse a abrazar con valentía los desafíos, a cultivar la esperanza en tiempos difíciles y a regalar amor generosamente. Sigamos adelante con bondad y determinación, honrando su esencia en cada amanecer.
Publicado en el archivo
16 de marzo de 2024