En la luz eterna de Osvaldo Enrique Núñez, recordemos su amor incondicional que sigue tocando nuestras almas. Que en cada paso que tomemos, encontremos coraje y resiliencia para enfrentar los desafíos con gratitud en los corazones. Que en la quietud de la noche, la paz interior nos abrace y nos recuerde que cada amanecer es una nueva oportunidad para abrazar la vida con esperanza. Sigamos adelante con la certeza de que el amor perdura, el coraje nos fortalece, la gratitud nos enriquece y la paz nos guía en este viaje llamado vida.
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26 de octubre de 2019