Que la luz del amor eterno de OTILIA DEL CARMEN GUZMÁN LOYOLA ilumine nuestros corazones, infundiendo coraje para superar las pruebas, resiliencia para levantarnos ante las adversidades, gratitud por los momentos compartidos y paz para aceptar lo que no podemos cambiar. Recordemos su legado con cariño y aprendamos a abrazar cada día con amor y esperanza, sabiendo que en cada amanecer hay una nueva oportunidad para crecer y florecer. Que su recuerdo nos inspire a vivir con pasión y compasión, expandiendo nuestros horizontes con bondad y gratitud.
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29 de enero de 2024