En memoria de Pablo Manríquez Llaña, recordemos que el amor y la gratitud son semillas que siembran paz en nuestro corazón. Que la resiliencia y el coraje nos guíen por caminos de luz y esperanza. A pesar de las sombras, recordemos que cada amanecer nos regala la oportunidad de abrazar la vida con valentía y bondad. Que la memoria de quienes amamos nos inspire a seguir adelante con fe inquebrantable, fortaleciéndonos en la certeza de que el amor perdura más allá del tiempo y el espacio. Que cada latido sea un tributo a la belleza de existir.
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21 de enero de 2024