Que el amor incondicional que Patricia Fadic Guijón compartió con el mundo siga inspirando coraje y resiliencia en cada corazón que la recuerda. En medio del dolor, cultivemos la gratitud por haber sido tocados por su luz y aprendamos a abrazar la paz que solo el amor verdadero puede traer. Que su legado nos enseñe que, incluso en la oscuridad, siempre hay espacio para el florecimiento de la esperanza. Que su memoria nos recuerde que cada día es una oportunidad para amar, ser valientes y crecer, llevando su espíritu de amor y bondad a donde vayamos.
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28 de agosto de 2019