En la quietud de los recuerdos, florece la semilla del amor eterno. Que la luz de Pedro Ricardo Webar Buitano siga guiando nuestros pasos con humildad y serenidad, recordándonos que en cada sombra hay un destello de esperanza. Que su legado sea un abrazo cálido en los momentos de soledad y un susurro de aliento en los días de desaliento. Que su memoria nos inspire a amar con intensidad, a vivir con gratitud y a perseverar con valentía. En su nombre, encontremos la fuerza para seguir adelante, siempre con el corazón rebosante de esperanza.
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14 de mayo de 2019