Que la luz del amor que Rafael Barriga Blanco sembró en el mundo continúe brillando en nuestros corazones, recordándonos la importancia de vivir con coraje, gratitud y esperanza. En cada desafío, en cada momento de incertidumbre, que su recuerdo nos infunda la fuerza y resiliencia necesarias para seguir adelante, abrazando la vida con valentía y amor. Que en su memoria encontremos la paz que anhelamos, y que su legado nos inspire a ser mejores personas, llevando consigo la semilla de la esperanza que germina en el jardín de nuestros corazones.
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5 de marzo de 2020