En el jardín de la vida, cada pétalo de amor y gratitud que sembramos se convierte en un bello ramillete de esperanza. Que la memoria de Raimundo Rosas Stuardo sea un faro de coraje y resiliencia, recordándonos que la paz interior es un regalo preciado que podemos cultivar en nuestro interior. Con cada amanecer, renovamos nuestro compromiso de vivir con pasión y propósito, abrazando la belleza efímera de cada instante. Que su legado nos inspire a ser compasivos, valientes y agradecidos, extendiendo nuestro amor incondicional a quienes nos rodean. ¡Que la luz de la esperanza guíe cada paso!
Publicado en el archivo
27 de enero de 2024