Construyamos sobre el legado de Renato Eduardo Vaccaro Enríquez con amor, coraje y gratitud, recordando siempre su resiliencia y paz interior. Que su luz ilumine nuestros caminos, inspirándonos a abrazar la vida con esperanza y compasión. En cada desafío, encontremos fuerzas para seguir adelante, recordando que el amor es el puente que une nuestros corazones. En la memoria de Renato, cultivemos la gratitud por cada instante vivido y abracemos el futuro con valentía y fe. Que su espíritu perdure en nosotros, guiándonos hacia un mañana lleno de amor y esperanza.
Publicado en el archivo
16 de enero de 2020