Que la luz que irradiaba Rita Adriana Gamboa Huerta siga iluminando nuestros corazones, recordándonos el poder del amor incondicional y la fuerza del coraje. En su memoria, aprendemos la resiliencia ante la adversidad, cultivamos la gratitud por cada instante y abrazamos la paz que su espíritu irradia. Que su legado nos inspire a seguir adelante con esperanza, transformando el dolor en compasión y la tristeza en comprensión. Que en cada amanecer encontremos motivos para sonreír y en cada noche, razones para agradecer, sabiendo que su amor perdurará por siempre en nuestro ser.
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20 de mayo de 2024