Que la luz del amor que Roberto Enrique Muñoz Fuenzalida compartió con el mundo continúe brillando en nuestros corazones, llenándonos de coraje para enfrentar los desafíos, de resiliencia para superar las adversidades y de gratitud por los momentos vividos juntos. En su memoria, recordemos que la paz interior es un regalo precioso que merecemos cultivar, y que cada nuevo amanecer nos brinda la oportunidad de abrazar la vida con esperanza y valentía. Sigamos adelante con fe en el mañana, sabiendo que el amor perdura más allá de toda despedida.
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5 de abril de 2020