Con gratitud en el corazón recordamos a Rodolfo Otto Villa, un alma que brilló con amor y coraje. Que su resiliencia inspire nuestras vidas, recordándonos que la paz se encuentra en la esperanza. En cada amanecer, encontremos fuerzas para seguir adelante, forjando caminos de luz y bondad. Que nuestros corazones sean cálidos refugios de amor, irradiando compasión y alegría. En los momentos de oscuridad, recordemos que la luz siempre prevalece, trayendo consigo el renacer de la esperanza. Desde lo más profundo del alma, abracemos la vida con optimismo y fe inquebrantable.
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21 de mayo de 2024