En la memoria de Rodrigo Alejandro Plaza Aguirre, recordamos su coraje y amor inquebrantables, invitándonos a abrazar la vida con gratitud y esperanza. Que su ejemplo de resiliencia nos inspire a enfrentar cada día con valentía y fe en el futuro, sabiendo que la paz interior es posible incluso en medio de la adversidad. Sigamos adelante con el corazón abierto, dispuestos a amar, a aprender y a crecer, honrando su legado con cada paso que damos. En cada amanecer, encontremos la fuerza para seguir adelante, sabiendo que el amor nunca muere y que la esperanza siempre florece.
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26 de enero de 2020