En memoria de Rodrigo Andrés Ortiz Rojas, recordemos que en cada corazón late la fuerza del amor, la valentía de seguir adelante y la resiliencia para superar cualquier adversidad. Que la gratitud por los momentos compartidos nos guíe en el camino, y que la paz interior sea nuestra brújula en tiempos difíciles. Cada paso que damos, cada gesto de bondad, construye un legado de luz que perdura en el tiempo. Mantengamos viva la llama de la esperanza, recordando que en cada amanecer hay una oportunidad para abrazar la vida con renovado optimismo y compasión.
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18 de diciembre de 2019