En honor a Rolando Fernández Millas, recordemos que en medio de la tristeza, el amor es nuestro refugio, la gratitud nuestra fuerza y la paz nuestra guía. Con coraje y resiliencia, abracemos cada nuevo día con esperanza en el corazón, confiando en que la luz siempre encontrará su camino hacia nosotros. Que la memoria de Rolando nos inspire a vivir con pasión y compasión, nutriendo nuestras almas con bondad y generosidad. En cada paso que demos, llevemos su legado de amor y bondad, iluminando así el camino de otros con esperanza y claridad.
Publicado en el archivo
20 de enero de 2020