En el jardín de la vida, las flores de la memoria de Rosa Sivori Alzérreca florecen con amor eterno, recordándonos que en cada petalo hay coraje para enfrentar las tormentas, resiliencia para renacer en la adversidad, gratitud por los momentos compartidos, y paz para sanar los corazones heridos. Que su luz guíe nuestros pasos, recordándonos que en la oscuridad de la pérdida también brilla la esperanza, invitándonos a abrazar cada nuevo amanecer con valentía y fe en que el amor perdura más allá de la distancia. Que su legado sea un faro de esperanza en la noche, recordándonos que en cada despedida hay un nuevo comienzo.
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2 de julio de 2019