En el legado de Rosa Yolanda Unda Merino encontramos la eterna luz del amor que guía nuestros corazones, la valentía que nos impulsa a seguir adelante, la resiliencia que nos hace más fuertes, la gratitud que nutre nuestra alma y la paz que anida en nuestros días. Que su memoria sea un faro de esperanza en medio de la oscuridad, recordándonos que el amor perdura, la fuerza interior nos sostiene, la capacidad de renacer es infinita, la gratitud nos transforma y la paz interior es nuestro refugio inquebrantable. Sigamos adelante con corazones rebosantes de amor y esperanza.
Publicado en el archivo
15 de junio de 2019