En el jardín de la memoria de Rossana Elena Fantuzzi Mutinelli florecen las semillas del amor y la gratitud, regadas con lágrimas que se convierten en caudalosos ríos de coraje y resiliencia. Que su luz siga guiando nuestros pasos en la oscuridad, recordándonos que en el abrazo del recuerdo encontramos la paz que anhelamos. A través de la melancolía, tejamos un puente de esperanza que una el ayer con el mañana, recordando que el amor perdura más allá de la distancia. En su nombre, abracemos la vida con valentía y bondad, sabiendo que su legado vive en cada latido.
Publicado en el archivo
20 de noviembre de 2019