En la memoria de Salvador Díaz Antúnez, recordemos su amor incondicional, su coraje inquebrantable y su resiliencia en cada desafío. Que su legado nos inspire a cultivar la gratitud en nuestros corazones, a abrazar la paz interior y a seguir adelante con esperanza renovada. En cada amanecer, encontremos fuerzas para enfrentar la vida con valentía y fe en un mañana mejor. Que su recuerdo nos guíe hacia la luz, recordándonos que el amor perdura más allá de la despedida. Sigamos su ejemplo, nutriendo nuestros sueños con la semilla del amor eterno.
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2 de mayo de 2024