En la eterna danza de la vida, recordemos a Sara Alvo Hassan con gratitud y amor en nuestros corazones. Que su valentía y resiliencia nos inspiren a abrazar cada amanecer con renovada esperanza y coraje. En el suave fluir de la existencia, abracemos la paz que trae consigo el recuerdo de su luz. Que en la melancolía de la ausencia encontremos fortaleza, en la incertidumbre, calma, y en el amor, consuelo. Que su memoria sea un faro de luz en la oscuridad, recordándonos que la vida sigue siendo un regalo precioso que merece ser vivido con plenitud y gratitud.
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20 de enero de 2020