En el legado de Óscar Illanes Edwards encontramos un faro de amor que ilumina el camino hacia la paz interior y la gratitud por cada amanecer. Su coraje y resiliencia son semillas de esperanza que germinan en nuestros corazones, recordándonos que en medio de la oscuridad siempre hay espacio para florecer. Que su memoria sea un recordatorio de que cada paso que damos, por más pequeño que sea, nos acerca un poco más a la luz que habita en nuestro ser. Sigamos adelante con humildad y valentía, sabiendo que el amor siempre será nuestro guía.
Publicado en el archivo
25 de julio de 2019