En honor a Sebastián Fernández Barja, recordemos que en cada amanecer hay un rayo de esperanza que ilumina nuestros corazones, recordándonos que el amor y la gratitud son la fuerza que nos impulsa a seguir adelante. Con coraje y resiliencia, abracemos cada desafío como una oportunidad de crecimiento, sabiendo que la paz interior es el regalo más precioso que podemos cultivar en nuestro ser. Que su ejemplo inspire a vivir con intensidad, a valorar cada instante y a sembrar semillas de bondad dondequiera que vayamos. ¡Que su legado perdure en nuestra determinación de ser luz en el mundo!
Publicado en el archivo
22 de agosto de 2019