En el legado de Sergio Aquiles Aragón Carvacho, encontramos lecciones de resiliencia y gratitud que iluminan nuestros caminos. Su amor inquebrantable y coraje nos inspiran a abrazar la vida con valentía y compasión. Que su memoria sea un faro de paz que guíe nuestros corazones en tiempos de incertidumbre, recordándonos la belleza de cada instante. Sigamos adelante con esperanza en nuestros corazones, sabiendo que su espíritu perdura en la eternidad, recordándonos que la vida, aunque efímera, está llena de significado y oportunidades para crecer y amar.
Publicado en el archivo
16 de octubre de 2019