En honor a Sergio Arroyo Díaz, que su legado de amor y coraje nos inspire a abrazar la resiliencia con gratitud, encontrando paz en cada amanecer. En cada lágrima, hallamos la fuerza para seguir adelante con valentía y esperanza en nuestros corazones, sabiendo que su luz perdura en la eternidad. Que en sus recuerdos encontremos consuelo y motivación para enfrentar los desafíos con determinación y compasión. Que su memoria sea un faro en los días oscuros, recordándonos que el amor perdura y que cada paso que damos es una victoria hacia la sanación.
Publicado en el archivo
13 de agosto de 2019