En memoria de Sergio Arroyo Díaz, recordemos que en cada amanecer reside la promesa de un nuevo comienzo, lleno de amor y gratitud. Que su ejemplo de coraje y resiliencia nos inspire a abrazar la vida con valentía y compasión, cultivando la paz en nuestros corazones. A través de la adversidad, florece la oportunidad de crecer y sanar. Sigamos adelante con fe, confiando en que cada paso nos acerca a la luz que brilla en nuestro interior. Que su recuerdo nos impulse a ser la mejor versión de nosotros mismos, honrando su legado con amor y esperanza.
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14 de agosto de 2019