Que la luz del amor que Sergio Orlando Andrade Gallardo sembró en cada corazón siga brillando con coraje y resiliencia. Que su legado de gratitud y paz guíe nuestros pasos en los momentos oscuros. Recordemos que la vida, aunque llena de altibajos, también nos regala hermosos amaneceres llenos de esperanza. Sigamos adelante con valentía, sabiendo que cada desafío nos fortalece y cada caída nos enseña a levantarnos. Con el amor como brújula y la esperanza como escudo, honremos su memoria viviendo cada día con pasión y compasión, sabiendo que el amor nunca muere, solo se transforma.
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17 de diciembre de 2019