Que el amor que sembró Silvia Liliana del Carmen Prado Cavada continúe creciendo en nuestros corazones, inspirándonos a vivir con coraje y gratitud. Su resiliencia ante las adversidades nos enseña que en la oscuridad siempre hay luz. Que su legado de paz nos guíe en nuestros momentos de incertidumbre, recordándonos que cada día es una oportunidad para abrazar la vida con esperanza. Con valentía, abracemos la belleza de lo que fue y lo que aún puede ser. En su memoria, sigamos adelante con fe en un futuro lleno de amor y posibilidades.
Publicado en el archivo
20 de diciembre de 2019