En el brillo de cada amanecer, el legado de Solange Patricia Ávalos Díaz perdura, irradiando amor y coraje en cada latido de nuestro ser. Que su memoria sea un faro de esperanza, recordándonos la resiliencia y la gratitud en cada paso. En el suave susurro del viento, encontramos paz y consuelo, sabiendo que su espíritu vive en nuestra bondad y compasión. Sigamos adelante con fe y valentía, abrazando la vida con amor infinito, construyendo un mañana lleno de luz y comprensión. ¡Que su luz eterna guíe nuestros corazones con dulzura y serenidad!
Publicado en el archivo
4 de diciembre de 2019