Que el amor infinito que Sylvia Braun Budge sembró en el mundo, su coraje inquebrantable y su resiliencia inspiradora, nos guíen en nuestro camino. Que la gratitud por su legado nos llene de fuerza y esperanza, recordándonos que la paz interior es posible incluso en los momentos más oscuros. Con cada dificultad, recordemos su luz y recordemos que, aunque nos falte su presencia física, su espíritu perdurará en cada acto de amor y bondad que compartamos. Sigamos adelante con amor incondicional, sabiendo que en el amor encontramos la verdadera paz.
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22 de julio de 2019