En el legado de Sylvia Morales Larraín perdura la llama del amor incondicional, el coraje ante la adversidad, la resiliencia que trasciende los límites, la gratitud por la vida vivida y la paz que solo se encuentra en el interior. Que su memoria sea un faro de esperanza que ilumine nuestros caminos, recordándonos que cada paso dado con bondad y valentía es un tributo a su espíritu eterno. Sigamos adelante con la certeza de que en cada amanecer se esconde la promesa de un nuevo día lleno de posibilidades y bendiciones. ¡Que el amor guíe siempre nuestros pasos!
Publicado en el archivo
15 de enero de 2024