Que la luz del amor que emanaba de Teresa Blanca González Rubio continúe iluminando nuestros corazones, recordándonos el coraje y la resiliencia que ella demostraba cada día. En medio del dolor, abracemos la gratitud por haber compartido su vida y aprendamos a seguir adelante con esperanza y paz en nuestros corazones. Que su recuerdo sea un faro de amor y bondad que nos inspire a cultivar esos mismos valores en nuestra propia vida. En cada momento difícil, recordemos su ejemplo y encontremos fuerzas para seguir, sabiendo que el amor siempre prevalece.
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3 de mayo de 2024