Que la luz del amor que Teresa del Carmen Contreras Arenas sembró en cada corazón siga brillando con coraje y gratitud. Que su legado de resiliencia nos inspire a abrazar la vida con valentía y compasión, encontrando paz en los recuerdos y esperanza en el mañana. En cada lágrima de nostalgia, florece un jardín de amor eterno que nos acaricia el alma, recordándonos que el amor nunca muere, solo se transforma en valiosos recuerdos que iluminan nuestro camino. Que en cada suspiro en su memoria encontremos fuerza para seguir adelante con esperanza y gratitud en nuestros corazones.
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25 de septiembre de 2019