En la memoria de Teresa Huerta de Lueje, recordemos su amor inquebrantable, su coraje inspirador y su resiliencia incansable. Que su ejemplo nos llene de gratitud por la vida y nos guíe hacia la paz interior que tanto anhelamos. En cada amanecer, encontremos fuerza en los recuerdos compartidos, y dejemos que la luz de su espíritu nos guíe por caminos de esperanza y bondad. Que su legado nos enseñe a abrazar cada momento con gratitud, a enfrentar los desafíos con valentía y a encontrar consuelo en la certeza de que el amor perdura más allá de la despedida.
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27 de febrero de 2020