Que la luz del amor y la gratitud iluminen tu camino, recordando siempre el coraje y la resiliencia que Tomás Araya Cereceda nos enseñó. En su memoria, abracemos la paz interior que nos guía en tiempos de tormenta, cultivando la esperanza como un tesoro precioso que nos impulsa a seguir adelante con valentía. Cada amanecer nos regala una nueva oportunidad para sentir el amor en nuestros corazones y emprender nuestro camino con paso firme y decidido. Que su legado nos inspire a vivir con autenticidad y compasión, honrando cada instante con gratitud y generosidad.
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8 de octubre de 2019