En el legado de Víctor Abusada Aguad encontramos la chispa de su amor inquebrantable que enciende la llama de la esperanza en nuestros corazones. Su coraje nos inspira a abrazar la vida con valentía y gratitud, recordando que en cada desafío reside la semilla de nuestra propia resiliencia. Que el camino que recorremos esté lleno de paz y luz, guiándonos con la certeza de que el amor nunca se desvanece, sino que perdura en cada memoria y sonrisa compartida. En cada latido, en cada suspiro, encontremos la fuerza para seguir adelante con fe y esperanza.
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28 de diciembre de 2019