Que la luz del amor eterno que Valeria Andrea Muñoz Biggs sembró en el mundo siga brillando en cada corazón, recordándonos el coraje de enfrentar la adversidad con resiliencia. Que la gratitud por su legado nos inspire a abrazar la vida con esperanza, sabiendo que en cada desafío hay oportunidad de crecimiento. Que en medio de la tristeza encontremos paz en los recuerdos y fuerzas para seguir adelante, unidos en la compasión y la solidaridad. Que su memoria sea un faro de amor y bondad que guíe nuestro camino con luz y calidez.
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11 de octubre de 2019