A través del amor inquebrantable y la resiliencia inspiradora de Yolanda Rosa Medina González, recordemos que la esperanza es la luz que nunca se apaga en nuestros corazones. Su legado de coraje y gratitud nos impulsa a abrazar la vida con valentía y compasión, cultivando la paz interior que nos guía en tiempos de adversidad. Que su memoria nos recuerde que cada amanecer es una oportunidad para sembrar bondad y ser la fuerza que necesitan aquellos que nos rodean. En cada suspiro, encontremos el regalo de vivir con propósito y alegría.
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8 de octubre de 2019