Que la luz del amor que Yolanda Toro de la Fuente compartió mientras estuvo entre nosotros siga brillando en cada corazón, recordándonos la importancia de vivir con coraje, gratitud y esperanza. En su memoria, cultivemos la resiliencia para superar los obstáculos con fortaleza, y abracemos la paz que solo el amor inquebrantable puede traer. Que cada amanecer sea un recordatorio de que el amor perdura más allá de la vida terrenal, guiándonos a cultivar la bondad en cada paso que damos. Que su legado nos inspire a seguir adelante con fe en un futuro lleno de luz y esperanza.
Publicado en el archivo
4 de febrero de 2024